La doncella virgen
La habían educado para ser una Santa.
Sus ojos solo contemplaban la piedad.
Su alma solo sabía llorar.
Sus labios pedían perdón,
por los pecados de los demás.
Vestida de luto, para ella el goce vetado estaba.
Aquella Virgen no era para aquel zagal.
Sin embargo cada vez que sus miradas se encontraban.
Su deseo pedía hacerse realidad.
Aquel día sus almas se toparon.
El joven la abordaba,
Y ella sollozando.
Le suplicaba que no la tomara.
En aquel pajar con los vientos de testigo,
con dulzura extrema el doncel la abrazaba.
Amasando sus senos,
al placer la adentraba,
al placer la adentraba,
Para juntar sus labios y regalarla un beso.
Su desnudez les vestía de deseo.
La susurraba dulces palabras.
La susurraba dulces palabras.
mientras su virginidad quebraba.
después el goce llegó a sus cuerpos.
Ella le abrazaba fuerte.
El su pasión la entragaba.
La magia del placer.
Les unía para siempre.
efe
Cuanta sensualidad en este poema amigo, un placer venir aqui como siempre.
ResponderEliminarBesos
SecPas
Siempre será virgen aquél que entrega su amor incondicional, aquél que siente y se apasiona, aquél que sueña y es feliz en sus sueños.
ResponderEliminarEsa virginidad del alma, es pura, no desaparece, es la mejor prueba de amor.
Un beso enorme amigo
Precioso Efe.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Mrs. Moon. La virginidad del alma puede ser eterna, porque hay personas que siempre tendrán el alma pura, independientemente de lo que hagan con su cuerpo.
Un beso (K)
Siempre bello lo que escribes...
ResponderEliminarContra el amor, no hay virgen que pueda...
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias a todos por venir.
ResponderEliminarUn abrazo
efe
La primera vez, que bonito recuerdo, aunque el tiempo hace del aprendiz un experto en ese camino.
ResponderEliminar:-) Un besito querido Efe. :-)
Se te echa de menos Darilea.
ResponderEliminarGracias por venir
Un beso.
efe
que bellas letras amigo
ResponderEliminarla magia del amor y el encanto de ser aprendiz
que estes bien amigo y cuidate
mil besitos
besos y sueños